jueves, 22 de abril de 2010

¿Qué podemos hacer los padres?

La regla número uno es: "Nunca se debe dejar navegar libremente a niños y adolescentes solos por la Red". De nada vale aquel pretexto de "seguro que ellos ya saben más que yo". Con esa curiosidad natural que caracteriza a niños y adolescentes cuando intercambian información con los amigos, seguro que sus hijos conocen mejor que usted todos los lugares del barrio donde se trafica con drogas, pero no les va a dar diez euros para que busquen una dosis. Su reacción lógica será informarse de esos sitios, e impedir que se acerquen.
Protege a tus hijos de Internet
Con Internet y los ordenadores es básicamente lo mismo. Es conveniente establecer unos límites razonados y explicados, pero apoyados en la autoridad de los padres cuando los argumentos no bastan. De algo tiene que servir ser más viejo, aunque sólo sea para saber más y ser más precavido. Una vez configurados los sistemas de control horario y de filtrado de contenidos, se debe tratar Internet como una herramienta más, y no caer en esa tentación a la que sucumben muchos padres y educadores, de utilizarlo como mecanismo de recompensa. "Si te portas bien, si te limpias los zapatos, si ordenas su cuarto, podrás navegar una hora más". Internet no es más que una herramienta, y en muchos casos, ni siquiera puede sustituir a un buen libro.
Protege a tus hijos de Internet
Para los niños, la Red de redes, tanto a través del ordenador como del teléfono móvil es toda una aventura, un emocionante descubrimiento, un lugar enorme y divertido donde constantemente pueden hacer nuevos amigos, y donde cada minuto es una experiencia nueva.
El problema es que no son capaces de imaginar que ese amiguito tan simpático con el que llevan hablando en el chat desde hace un par de meses, en realidad es un obseso acomplejado de mediana edad, procesado por pederastia. De igual manera, le resultará muy difícil darse cuenta de que esa página tan divertida con esos dibujitos y esos chistes de negros y blancos en realidad pertenece a un grupo de peligrosos supremacistas.
Tres cuartas de lo mismo ocurre con las adolescentes y los adolescentes que se topan de la noche a la mañana con una red de amistades capaces de proporcionar todo tipo de trucos que realimentan sus trastornos alimentarios y diversas adicciones.

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