lunes, 12 de abril de 2010

Los menores, víctimas de Internet

No resulta extraño que los menores sean los que más sufren por una práctica descuidada e insegura de la navegación en Internet. Son el grupo de población que con más entusiasmo está acogiendo las nuevas tecnologías. Según un estudio de la empresa Danba, en el que examinó el tráfico de 470.000 páginas de Internet, los menores dedican una hora y veintitrés minutos a navegar por la Red todos los días de la semana. De este tiempo, consumen casi una hora al día en las redes sociales y al menos quince minutos disfrutando de vídeos en diversos portales, sobre todo en el popular YouTube. Todo ese tiempo suelen estar solos en casa.
Protege a tus hijos de Internet
Los sociólogos han bautizado este fenómeno con una frase muy descriptiva: Son los niños de la generación de la llave. El nombre procede del hecho de que desde muy pequeños, tienen copia de la llave de casa para que puedan entrar cuando los padres todavía no han vuelto del trabajo. De hecho, pasarán horas en el hogar a solas con el televisor, la videoconsola o Internet, antes de que los padres regresen a casa. Los integrantes de esta generación son cada vez más numerosos. Y sin la tutela de los adultos, los pobres son carne de cañón.
Se supone que hay un cierto control del acceso a las páginas de contenido sexual, como ahora pudorosamente llamamos de adultos, pero cuando los encuestadores preguntan a los menores por las páginas prohibidas que más visitan, las pornográficas ocupan el 73 por ciento de las visitas. El resto tampoco es tranquilizador. La redes sociales representan el 11 por ciento; las apuestas, el 10 por ciento; y las páginas dedicadas al fomento de trastornos alimentarios, como la anorexia y la bulimia, más del 3 por ciento.
Protege a tus hijos de Internet
La triste y aterradora realidad es que los niños españoles visitan casi todo tipo de páginas en Internet, excepto las infantiles.
Si la policía no da abasto y las leyes son ineficaces, es momento de que los padres pongan manos a la obra. Ya no es posible quedarse cruzados de brazos. La inactividad tiene alto precio que se paga con la sangre de los hijos, sean éstos niños o adolescentes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario